Mujeres en la calle

Mientras esquivo la marea de mujeres embutidas en sus camisetas rosa tras la enésima carrera del año (reconozco que yo me incorporo cuando ya se ha acabado), reflexiono sobre por qué me invade un sentimiento de íntima satisfacción y orgullo al sentirme parte de esta mitad de la humanidad.

Y entonces pienso que cuando las mujeres salen en masa y se expanden por los espacios públicos, por las calles y plazas, y se hacen visibles y mayoritarias en tanto grupo de mujeres,  irradian un poder extraordinario. Se han convertido en sujetos autónomos, independientes, únicos en su individualidad, emancipadas de maridos, novios, amantes, padres o hijos. Están ellas solas compartiendo una sororidad gozosa donde desaparece la competitividad a la que estamos tan acostumbras, ya sea en las playas, las discotecas o las bodas de las primas, por no hablar de aquellas que tienen que lucir en las alfombras rojas o en los photocalls.

Mientras están apiñadas, arrebujadas, no piensan en cuál es la más alta, ni la más delgada, ni la más joven o la más bella. No se comparan ni se miden entre sí, sino que conforman un grupo extraordinariamente variopinto, libre, como si por unas horas hubiera desaparecido el poder masculino y ellas fueran las únicas y absolutas dueñas de sus destinos. Las mujeres en masa no resultan estridentes, ni agresivas, no rompen el mobiliario urbano, ni molestan a los hombres que pasan por su lado… al contrario, acogen con gozo a los pocos osados que se atreven  a ponerse las camisetas rosas con la leyenda «hoy ganan las chicas».

Una vez se disuelven y se incorporan a los espacios privados y domésticos, aisladas, colgadas de los brazos de sus maridos, novios, amantes, padres o hijos, se despojan de la libertad experimentada y el patriarcado vuelve a hacer que cada una vea en las otras no a una aliada sino a una rival.

Acerca de Juana Gallego

Profesora de periodismo en la UAB, periodista y escritora en ciernes. Ver todas las entradas de Juana Gallego

7 respuesta a «Mujeres en la calle»

  • Maden

    Ay Juana! Qué preciosidad de sentimentos y de forma de compartirlos con quienes te seguimos! Gracias.

  • Laura Estudillo Calzado

    Hola Juana, me parece interesante su aportación, sobre todo cuando comenta sobre la no competitividad y la igualdad q supone ponerse dicha camiseta, sin embargo hay otros clichés dentro de dicha «marea rosa o morada» que desde una perspectiva femenina deberíamos abolir. Y me refiero al borreguismo, al capitalismo empresarial y a la politización que hay detrás de dichas manifestaciones. Ahora bien, entiendo que por algo habrá que empezar, no todas tenemos el privilegio de haber accedido a una educación superior que nos ha hecho vernos como personas y no como entes masculinas o femeninas. De todos modos , desde aquí le envió un abrazo, ayer la descubri en El Follonero y voy a seguirla porque visiviliza usted desde una óptica muy acertada el concepto de feminismo. Me encantaría poder establecer esta conversación de otro modo ya que aquí se dejan atrás muchas cosas. Sin otro motivo, lo dicho un fuerte abrazo! Laura.

    • Juana Gallego

      Gracias por tus palabras y por tu reflexión. Encantada de dialogar contigo por los medios que sean, aunque de momento no se me ocurre otra forma que a través de este blog o por Twitter o Facebook. Saludos. Juana.

  • Lola

    Hola,Juana.
    A raíz del programa Salvado,tuve la maravillosa suerte de oírte.
    Eres mi inspiración y haces que ésta ama de de 40 años,empiece a cuestionarme muchas cosas.
    Gracias .

    • Juana Gallego

      Muchas gracias por tus palabras,Lola. Me alegro de que mi intervención te fuese útil. Un cordial saludo y que pases unas felices fiestas (y a ser posible un buen año 2017).

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